El terrible atentado en el teato Bataclan de Paris me hizo recordar que yo habia leido algo sobre una sala Valenciana que compartia nombre con la Parisina, no sabia como hacerlo es un tema muy delicado, pero ante todo va con mi cariño y respeto.
La imitación valenciana que, de existir todavía, estaría celebrando ya su centenario. En efecto, el Ba-ta-clan, como se escribía en sus primeros tiempos, nació en la temporada teatral de 1916, como transformación de la Sala Martí, dedicada a Café cantante. Los Martí tenían el negocio en la calle Pi y Margall, o sea en el actual Paseo de Ruzafa, números 3, 5 y 7; el edificio hacía esquina con la calle Mosén Femares, como se escribía entonces. Es decir, que ocupaba el espacio de los actuales Cines Lys. por su escenario desfilaron las más relucientes y deslumbrantes estrellas, entre las que figuraron Carmen Flores, la Argentinita, Raquel Meller, La Bilbainita, la Goya y Lulú”. Fue un éxito sin paliativos: los hombres hacían largas colas para la sesión de las tres y media de la tarde, y luego para los de las 10,30 de la noche. En pocos años, nació la fama que allí estaban los espectáculos predilectos de los naranjeros que, de buena mañana, venían a la ciudad a vender sus cosechas a los mayoristas que trabajaban ambulantes por los cafés de la calle de Xátiva, frente a la plaza de toros. Sobrevivio a la larga dictadura de Primo de Rivera, entre 1923 y 1930.
En 1934, el Bataclán valenciano todavía dio una temporada brillante, pese a los conflictos y el estado de guerra del mes de octubre. Después, llegada la guerra civil y el franquismo, el espectáculo se extinguió para siempre.
En memoria de las victimas teatro Bataclan Paris.