miércoles, 5 de julio de 2017
El Fadrí.
Símbolo por excelencia de Castellón. Su primera peculiaridad es la de ser un campanario exento de la catedral que acompaña, algo que solo se da en raras ocasiones. El Fadrí desde su construcción, allá por el siglo XV ha sido campanario, reloj, torre de vigilancia y calabozo. En su interior podemos encontrar, siempre subiendo por una estrecha escalera de caracol, la cámara del reloj, una pequeña prisión y la vivienda del campanero. Además, en lo más alto, junto a las campanas, se puede disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad. Fuente Descubre Castellón
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