jueves, 22 de junio de 2017
La Cultura del Agua en la antigua Roma.
Roma tuvo que supeditar sus patrones de asentamiento al agua. Por esto, siempre se emplazará en emplazamientos cercanos a cursos fluviales, como es el caso de la Valentia romana.En la Hispania romanizada, el procedimiento para obtener agua fue diferente. Estuvo basado, generalmente, en la perforación para obtener pozos subterráneos de la capa freática, como ocurrió en Valentia (pozo republicano de la Almoïna, actualmente musealizado)....
Otra forma común de aprovechamiento del agua fue la llevada en las propiedades domésticas privadas. En la casa (domus), se practicaba un agujero en el techo de la cubierta, el compluvium, por el cual caía el agua de la lluvia sobre un pequeño depósito para recoger agua, el impluvium. Bajo el impluvium había, cavado en el pavimento del suelo de la domus, una cisterna a modo de pozo de la que se extraía el agua con un brocal. Ninguno de estos tres procedimientos garantizaba un aporte seguro de agua. Por tanto, en períodos de sequía, se almacenaba el agua en cisternas. Ejemplos arqueológicos tenemos atestiguados en Lucentum (Alicante) y Emporion (Ampurias). En ambos encontramos enormes cisternas de bañera (a bagnarola), con dimensiones de 20 metros de largo, 1'5 de ancho y 3 de profundidad. Tenían carácter público, y se cree tuvieran origen ibérico. Estas cisternas, también llamadas piscinas, estaban constridas en opus caementicium (cemento) y revestidas con opus signinum (cal, arena y arcilla). Estaban dotadas de escaleras para descender al depósito.
Fuente rubenzamoraysushistorias.blogspot.com.es
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